quinta-feira, 20 de dezembro de 2012

El gato



 



Ven, bello gato, a mi alma amorosa;
guarda las garras de tu pata,
y hundirme déjame en tus bellos ojos,
mezclados de ágata y metal.

Cuando a gusto mis dedos acarician
tu cabeza y tu lomo elástico,
y mi mano se embriaga del placer
de palpar tu eléctrico cuerpo,

veo el fantasma de mi amor.  Sus ojos,
cual los tuyos, amable fiera,
fríos, profundos, cortan como un dardo,

y, de los pies a la cabeza,
aire sutil o aroma peligroso,
nadan en torno al cuerpo bruno.


Charles Baudelaire

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